miércoles, 8 de diciembre de 2010

Hola Carlos,

Cuánto tiempo, cariño. Sabes, ¡ya estamos en casa! Ya estamos… sí, Lucía está aquí, conmigo. Es preciosa y, es tan tranquila. Te encantaría tenerla entre tus brazos; no sabes lo que supone coger a alguien tan pequeño y delicado y saber que está ahí, junto a ti, que es tuyo, que depende de ti y que a partir de ese momento todo cambia.

Todo cambia y tú no estás…

Patricia.

miércoles, 18 de agosto de 2010

¿Sabes por qué me enamoré de ti? Porqué no me preguntaste que hice para pasar cuatro años en la cárcel, porqué me pusiste con mucha delicadeza el pelo tras la oreja, porqué me hiciste el amor como nadie nunca me lo había echo, porqué un día de diluvio se te ocurrió llevarme a pasear bajo la lluvia… y por otros tantos porqués que te contaría en el porche al son de la melodía de mi guitarra.

Patricia.

domingo, 8 de agosto de 2010

Hola Carlos,

Hoy han llegado montones y montones de cartas de amigos, familiares, conocidos e incluso de gente que lo único que puedo decir de ellos es que se posicionan por mantener el apellido de los que un día triunfaron. Todos escribían lo mucho que sentían que te fueras, pero, ¿sabes?, he notado tanta falta de sentimiento y de cariño en esas letras escritas con compasión y pena. Todos trataban de hacerme creer que me entendían, pero no: acordarse de esto después de seis meses no es sentirlo; no tienen ni puta idea de lo que es despertarse cada mañana, lanzar el brazo hacia la izquierda y que la cama esté vacía, qué nadie te espere para el café, ni siquiera pueden entender lo que supone ponerse a cocinar y que todo te salga para dos.

Feliz cumpleaños Carlos.

Te quiero amor,

Patricia.

jueves, 5 de agosto de 2010

Hola Carlos,

Hoy había preparado ese plato que tanto te gusta para cuando llegases cansado del trabajo, pero no has vuelto. ¿Por qué no vienes de una vez y nos sentamos en la terraza? hasta las plantas notan tu ausencia, cómo tú nadie las cuidaba. Te echo de menos cariño.

Un besito.

Te quiere Bien,

Patricia.

¡Eres un egoísta! No quiero volver a verte jamás; está bien, ¿te has ido? Pues no hace falta que vuelvas. Aquí ya no está tu lugar y, ¿sabes que te digo? Que me alegro porqué no quiero a mi lado a un tipo que se marcha sin dar la cara. Adiós; ¡no voy a volver a pensarte nunca más!

Patricia.

martes, 3 de agosto de 2010

Hola Carlos,

Lucía ya empieza ha hacerse notar. Sí, hoy el médico lo ha confirmado, ¡es una niña! Me hubiese encantado que, juntos, hubiésemos escuchado la noticia; sabes, se me han puesto los pelos de punta. Y no sé porqué pero he llegado a casa y me he emocionado, he empezado a llorar como una magdalena… Te echo de menos.


Un beso amor,

Patricia.

Hola Carlos,

Sabes, es la primera vez en tres meses que me atrevo a escribirte sin miedo. Te echo de menos. ¿Cómo te has ido así: con las manos vacías, sin decir nada? Táchame de egoísta si quieres pero no puedo desearte que seas feliz con tu nueva vida. ¿Cómo voy a desearlo si has dejado todo aquí? ni siquiera te has llevado los recuerdos para no hacerme llorar sintiendo nostalgia, ni las caricias, ni la pasión de aquél primer beso… has dejado aquí al Carlos del que me enamoré, al Carlos que me enseñó que también se puede llorar de felicidad, al Carlos inmaduro que poco a poco fue creciendo como persona…

Un beso enorme y mil abrazos.

Te quiere Bien,

Patricia.